domingo, 2 de mayo de 2010

FUTURISMO

El Futurismo es un movimiento literario y artístico que surge en Italia en el primer decenio del S. XX mientras el Cubismo aparece en Francia. Gira en torno a la figura de Marinetti, quien publica en el periódico parisiense Le Figaro el 20 de Febrero de 1909 el Manifiesto Futurista. Proclama el rechazo frontal al pasado y a la tradición, defendiendo un arte anticlasicista orientado al futuro, que respondiese en sus formas expresivas al espíritu dinámico de la técnica moderna y de la sociedad masificada de las grandes ciudades.

En 1910 ya se puede hablar de un grupo liderado por Marinetti. Trabajarán artistas como los pintores Russolo, Carrá, Boccioni, Balla o Severini. El futurismo fue llamado así por su intención de romper absolutamente con el arte del pasado, especialmente en Italia, donde la tradición artística lo impregnaba todo. Quieren crear un arte nuevo, acorde con la mentalidad moderna, los nuevos tiempos y las nuevas necesidades. Para ello toma como modelo las máquinas y sus principales atributos: la fuerza, la rapidez, la velocidad, la energía, el movimiento y la deshumanización. Dignifica la guerra como espacio donde la maquinación, la energía y la deshumanización han alcanzado las máximas metas.

Sus ideas revolucionarias no deseaban limitarse al arte, sino que, como otros muchos movimientos, pretendían transformar la vida entera del hombre. La estética futurista difunde también una ética de raíz machista y provocadora, amante del deporte y de la guerra, de la violencia y del peligro. El futurismo fue politizándose cada vez más hasta coincidir con las tesis del fascismo, en cuyo partido ingresó Marinetti en 1919

La característica principal del futurismo es la plástica del dinamismo y del movimiento. El efecto de la dinámica se transmitía en vibrantes composiciones de color que debían producir un paralelismo multisensorial de espacio, tiempo y sonido. Al principio, se valieron para la realización de sus objetivos artísticos de la técnica divisionista, heredada del neoimpresionismo y más tarde se aplicó la técnica cubista de abstracción como procedimiento para desmaterializar los objetos. A partir de estas premisas, la representación del movimiento se basó en el simultaneismo, es decir, multiplicación de las posiciones de un mismo cuerpo, plasmación de las líneas de fuerza, intensificación de la acción mediante la repetición y la yuxtaposición del anverso y del reverso de la figura.

Buscaban por todos los medios reflejar el movimiento, la fuerza interna de las cosas, ya que el objeto no es estático. La multiplicación de líneas y detalles, semejantes a la sucesión de imágenes de un caleidoscopio o una película, pueden dar como resultado la impresión de dinamismo. Crearon ritmos mediante formas y colores. En consecuencia, pintan caballos, perros y figuras humanas con varias cabezas o series radiales de brazos y piernas. El sonido puede ser representado como una sucesión de ondas y el color como una vibración de forma prismática.

Los pintores extraen sus temas de la cultura urbana, máquinas, deportes, guerra, vehículos en movimiento, etc., eliminando progresivamente todo populismo o simbolismo.

CONTEXTO HISTORICO:


La vanguardia como fenómeno social y político-cultural atraviesa la época de lo moderno para intervenir como lectura fuerte de la crisis y la crítica de su tiempo. Las primeras dos décadas del siglo XX plantean, con el objeto de entender el vanguardismo, una serie de características necesarias para ser comprendidas. Por un lado, aparece un clima de época de aceleración de la historia, un clima que da como experiencia objetiva en el plano social y económico, avances y desarrollo de formas productivas, avances técnicos y logros de la ciencia, avances que utópicamente resolverían todos los problemas.

Y por el otro, surge fuertemente en estos años, la idea de una revolución. De una revolución social que se venía presintiendo más o menos desde 1870 a 1900, a partir de muchas variables que sustentaban la idea de estos cambios históricos. Entre ellos, la aceptación en la dirigencia de la claseobrera y los partidos políticos de las concepciones marxistas.

En el centro de esta nueva corriente de pensamiento surge la Primera GuerraMundial (1914 – 1918) donde podríamos decir que se pone fin al siglo XIX y comienza el verdadero siglo XX. La guerra devastadora termina con un ideal decimonónico del mundo liberal burgués y va a dar como resultado la desolación, el vacío, la pérdida del sentido de lo hasta ahí legitimado como procesos civilizatorios en nombre de la razón y el progreso humano.


Obra: "La fuerza de la calle" de Umberto Boccioni


Es así como la pintura hace frente a los nuevos mecanismos, como sucedió con el impresionismo y la fotografía, y resalta el papel transcendental que juegan las maquinas en la vida de las personas, al ser el siglo XIX una influencia innegable para el nuevo siglo, donde la tecnología y el hombre conviven en una cotidianidad que convierte a la herramienta en algo estéticamente magistral.

La anterior relación se observa en el cuadro de Umberto Boccioni titulado Los ruidos de la calle invaden la casa, pieza caracterizada por ser extremadamente dinámica, ya que la fuerza expresiva de sus colores crea una configuración de superficies y líneas de los que el objeto únicamente aparece en algunas zonas enlazadas entre si, demostrando que el ruido que desmiembra y desordena dolorosamente los cuerpos, se trasmuta en materia.

A través de esto vemos que al pintor le importa mucho más el cuerpo del cuadro que la representación realista y detallada del objeto, aunque realmente la ciudad no deja de ser un motivo apreciado en todos los aspectos culturales de ese tiempo, pues el urbe representa dinamismo, modernidad y éxtasis, aunque de igual forma es una alegoría de la alineación, el anonimato y la masificación, experiencias básicas del ser humano en la denominada La Belle Époque (1871-1914).

Por ello en esta imagen, este pintor italiano convierte la forma y el color en auténticas transmisiones de expresión energética, condición realmente importante en esta corriente artística, principalmente italiana.

En fin, en este cuadro icono eterno del futurismo se han traducido al idioma pictórico una vibrante vitalidad, ritmo y un arrastrante flujo que enmarca un mundo grotesco y distante en el que la modernidad se funde con la cotidianidad, sin que el observador pueda reconocer claramente en qué dirección se mueve esta metamorfosis.

Así, Umberto Boccioni crea un aparente ensamble de varios puntos de vista, mismos que ocasionan que el espacio estalle en pedazos y empuje hacia una estructura activa de fragmentos que transmiten la impresión de infinidad y soledad; pero, al igual, también de equilibrio y armonía, lo que remite a esa frase de Platón donde señala al “tiempo como la imagen de la eternidad en movimiento.”

FUENTE: http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/estilos/53.html
http://idealterna.blogspot.com/2009/07/el-futurismo-traves-de-boccioni.html
http://www.monografias.com/trabajos26/tiempo-de-vanguardias/tiempo-de-vanguardias.shtml

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